La Psicoterapia parte de un supuesto fundamental: quien mejor puede conocerse, y por tanto ayudarse, es uno mismo. (Esto excluye dar consejos o recomendaciones)

¿Entonces, cómo me ayuda la psicoterapia?

Estableciendo una relación en la que te sientas perfectamente comprendido. Gracias al clima de esa relación y a la utilización de ciertas técnicas tú mismo te vas metiendo dentro de ti, autocomprendiéndote cada vez mejor y como consecuencia vas cambiando lo que ves que tienes que cambiar.

¿Qué técnicas se utilizan?

Principalmente la escucha, el resto depende de cada persona y cada problema: Técnicas psicodramáticas, cognitivas, proyectivas, corporales, juegos, música…

La duración del proceso de psicoterapia varía desde unas pocas sesiones en casos sencillos a más de un año para personas con una problemática más compleja. 

En la vida nos enfrentamos a pérdidas que pueden resultar desgarradoras, como la muerte de un ser querido, la separación de la pareja, la pérdida de salud, de trabajo, de un proyecto en el que hemos invertido tiempo y esfuerzo…

En terapia ofrecemos un espacio donde poder expresar las emociones y preocupaciones asociadas a la pérdida y ofrecemos recursos para superar las distintas fases del duelo (Negación, ira, culpa, tristeza y aceptación).

Cuando vivimos una situación que nos supera emocionalmente, parte de la información puede quedar sin procesar en nuestras redes neuronales, de manera que aunque pase mucho tiempo podemos seguir reviviendo el incidente, sintiendo malestar o tener una sensación constante de amenaza. La meta de la terapia es que la persona procese la información sobre el suceso traumático de manera adaptativa.

Mediante la estimulación bilateral (técnica en la que se basa el EMDR) conseguimos reducir los síntomas, cambiar las creencias y la posibilidad de funcionar mejor en la vida cotidiana.

Si quieres conocer más acerca del EMDR te invito a que visites mi blog.

A veces, (casi siempre), con la palabra nos quedamos cortos y necesitamos otros recursos para abordar la terapia. El psicodrama es muy eficaz para dar ese paso más allá.

A través de la acción podemos sacar a la luz nuestros puntos ciegos, ya sean conflictos, emociones bloqueadas o fortalezas por descubrir.

Si no lo conoces te animo a probar, te sorprenderá.

Es un formato en el que busco el equilibrio perfecto entre teoría y práctica. En ellos procuro aportar la cantidad justa de teoría para integrar la temática que estemos trabajando y dejar el mayor tiempo posible a la vivencia de los ejercicios propuestos, ya que es lo que más se disfruta y con lo que más se aprende.

Los talleres más demandados son:

• Afectividad/sexualidad/relaciones
• Inteligencia emocional/autoestima
• Afrontar la separación/el duelo/el cambio
• Cuerpo y movimiento/expresión corporal